No sé lo que me pasa pero estoy fatal, tengo ansiedad y mono de Ibiza. Esto me había pasado otros años, es normal, pero nunca me había pegado tan tan fuerte. Llevo con este cuatro años veraneando una semanita en la isla pero este ha sido muy diferente. No sé si era porque “creíamos” que era el último. Digo “creíamos” porque ya sabemos que pase lo que pase al año que viene hay que repetir, aunque solo sea un par de días.
Por favor que alguien me diga lo que tiene la isla pitiusa. ¿Por qué allí todo es tan diferente a lo que hay en la península?? ¿Por qué allí no hay malos rollos y siempre estas feliz?? Mi madre ya me lo dice que solo sonrío en las fotos que me hago allí, pero es que realmente en ningún sitio soy tan feliz.
Además este año no ha habido normas, no ha habido planes. Como decía Soleil en su crónica “El mejor plan era no tener plan”. Y si a todo eso le sumamos la fiesta y las ganas de pasarlo bien... Para que decir más.
Por otra parte también le debo este verano a los vecinos madrileños que conocimos la primera noche. Nunca antes nos había pasado eso, en ningún viaje. Debo matizar que el primer día que llegué a Ibiza vi a alguien que el verano anterior había significado mucho para mí y por eso estaba fatal y conocer a estos chicos me cambió el chip. Es que desde que nos levantábamos hasta que nos acostábamos estábamos con ellos; en su apartamento, en el nuestro, en la discoteca, en la playa.... Tan solo fueron 6 días, pero ahora que no los veo, que no me río con ellos, que los tengo lejos (bueno Madrid está a un paso) los echo mucho de menos. Ahora solo sé vivir del recuerdo y aunque esto no me durará toda la vida espero explotar todo lo que pueda estos buenos recuerdos que me han quedado de ellos y de nosotras y así sobrevivir un par de meses contenta.
Quizá aquellos que lean esto creerán que soy una exagerada pero seguro que a más de uno le ha pasado lo mismo que a mi y ahora, después de pasar unos días en la isla blanca, no saben para donde tirar...
“Ibiza era como otro mundo paralelo al nuestro”
Por favor que alguien me diga lo que tiene la isla pitiusa. ¿Por qué allí todo es tan diferente a lo que hay en la península?? ¿Por qué allí no hay malos rollos y siempre estas feliz?? Mi madre ya me lo dice que solo sonrío en las fotos que me hago allí, pero es que realmente en ningún sitio soy tan feliz.
Además este año no ha habido normas, no ha habido planes. Como decía Soleil en su crónica “El mejor plan era no tener plan”. Y si a todo eso le sumamos la fiesta y las ganas de pasarlo bien... Para que decir más.
Por otra parte también le debo este verano a los vecinos madrileños que conocimos la primera noche. Nunca antes nos había pasado eso, en ningún viaje. Debo matizar que el primer día que llegué a Ibiza vi a alguien que el verano anterior había significado mucho para mí y por eso estaba fatal y conocer a estos chicos me cambió el chip. Es que desde que nos levantábamos hasta que nos acostábamos estábamos con ellos; en su apartamento, en el nuestro, en la discoteca, en la playa.... Tan solo fueron 6 días, pero ahora que no los veo, que no me río con ellos, que los tengo lejos (bueno Madrid está a un paso) los echo mucho de menos. Ahora solo sé vivir del recuerdo y aunque esto no me durará toda la vida espero explotar todo lo que pueda estos buenos recuerdos que me han quedado de ellos y de nosotras y así sobrevivir un par de meses contenta.
Quizá aquellos que lean esto creerán que soy una exagerada pero seguro que a más de uno le ha pasado lo mismo que a mi y ahora, después de pasar unos días en la isla blanca, no saben para donde tirar...
“Ibiza era como otro mundo paralelo al nuestro”
