Pues al parecer, los motivos por los que cerraron los tres locales no fue porque se consumiera droga en ellos (se hace en todos), sino porque fomentaban su consumo o mostraban demasiada permisividad (Space se habrá salvado porque te cachean al entrar):
- Amnesia: había "esnifaderos" (supongo que seria en la zona VIP, porque a mi no me suena verlos por ningun lado).
- Bora Bora: había continuo trasiego del local a la playa, donde los traficantes escondían la "droja" en la arena... (por eso al dia siguiente por la mañana hay gente con detectores buscando por la arena... jejeje...)
- DC10: estaba lleno de "alienígenas" (seguro que hicieron la inspección en plena sesion de Luciano y estaba toda la peña levitando...)
Los expedientes gubernativos que han dado lugar a varias órdenes de cierre incluyen numerosas denuncias del instituto armado en 2004 y 2005 tras inspeccionar los locales y comprobar que se `trapicheaba´ y se consumían estupefacientes «sin ningún disimulo»La Guardia Civil detectó `esnifaderos´ y cientos de personas con droga dentro de discotecas
Eivissa / Palma | P. Prieto / X. Peris
Los expedientes que culminaron con órdenes de cierre de las discotecas Amnesia, DC-10 y Bora Bora incluyen varios informes de la Guardia Civil en los que detallan numerosos casos de tolerancia con las drogas por parte de los empleados y empresarios de estos locales. Las inspecciones que han dado lugar a estos informes se produjeron en verano de 2004 y 2005 y estuvieron a cargo de un equipo de agentes procedentes de Mallorca para auxiliar a los agentes de Eivissa, que se encontraban «desbordados» de trabajo.
Este equipo organizó dispositivos antidroga e investigó en el interior de numerosos locales («el listado es larguísimo», explican algunas fuentes). Entre ellos se encuentran los tres expedientados y otros como Space y Privilege, contra los que también formularon denuncias por tolerancia, aunque su contenido era de menor gravedad.
Cabinas con restos de cocaína
El caso más flagrante fue el hallazgo en 2004 de dos cabinas sin más mobiliario que una pequeña repisa con un cristal. Se encontraron en uno de los locales expedientados. En ellas se hallaron restos de cocaína, canutos y pañuelos con sangre. Se podían cerrar por dentro con un pestillo. La Guardia Civil entendió que estaban destinadas a facilitar el consumo de cocaína, las calificó como `esnifaderos´ y ordenó que se retiraran.
Su sorpresa fue mayúscula cuando, en 2005, regresaron al local y vieron que seguían allí. Los agentes consideraron que les estaban «tomando el pelo» y detuvieron al propietario de la discoteca, contra quien se abrieron diligencias judiciales por un delito contra la salud pública. Él alegó que se trataba de cabinas telefónicas, a pesar de que no había ningún aparato de comunicación en su interior. La causa penal se archivó meses después, pero la denuncia administrativa por tolerancia al consumo siguió adelante. Estos hechos han sido incluidos en el expediente que ha cerrado por primera vez varias discotecas en temporada alta en Eivissa.
No sólo los `esnifaderos´ han sido la causa del cierre del local en el que se hallaron. En su interior, en inspecciones de apenas tres horas, los agentes llegaron a levantar 40 actas por consumo de estupefacientes y a realizar cinco detenciones la misma noche. Además, los agentes relataron como en el local se efectuaban «trapicheos sin ningún disimulo» y «sin que el personal de la sala hiciera nada». En una jornada, incluyendo los alrededores de la discoteca, se efectuaron 200 actas de aprehensión de drogas.
Cientos de `alienígenas´
Las inspecciones en otro de los locales sancionados también causaron una profunda impresión entre los agentes. En privado, llegan a calificar de «alienígenas» a las personas que se encontraban en su interior, debido a su estado, provocado por la ingesta de estupefacientes. El local tiene oficialmente un aforo de 65 personas pero los guardias solían encontrar en su interior a varios centenares. «Si se registraba a 400 personas, los agentes eran capaces de levantar 100 actas de aprehensión de drogas y 10 ó 15 arrestos por tráfico. En ese garito había una superpoblación de `camellos´», relata otra fuente de la lucha antidroga, que remarca la reiteración de este tipo de conductas. «Si iban cada 15 días, se encontraban siempre lo mismo. No había ninguna intención de corregir la situación por parte de la empresa, no hacían nada», explican otras fuentes.
Trasiego del bar a la arena
La gran cantidad de actas de aprehensión de estupefacientes levantadas en los locales de ocio nocturno y el hecho de apreciar `trapicheos´ a simple vista mientras el personal de la discoteca «miraba hacia otro lado» es la denuncia más repetida de los expedientes iniciados tras las inspecciones de la Guardia Civil. En una de las discotecas cerradas por la Delegación del Gobierno, los agentes se quedaron sorprendidos de ver el continuo «trasiego» de pequeños traficantes «del bar a la arena», donde tenían enterradas las sustancias estupefacientes que vendían.
Fuentes de la lucha antidroga relatan otras anécdotas que, si bien no han sido incluidas en los informes, a su juicio ilustran la tolerancia con las drogas de algunos locales: «Se ha llegado a sorprender al portero de una discoteca vendiendo droga en otra al finalizar su jornada laboral». En otros muchos casos, los propios traficantes llegaban a ofrecer droga sin ningún disimulo a los guardias que se encontraban de paisano en el interior del local.
En todos los expedientes se destaca que el consumo era «público», «notorio» y sin que el personal de la discoteca interveniera. Según destacan las mismas fuentes, «en todos los locales se levantan más o menos actas por consumo de drogas: la diferencia es la actitud más atenta» del personal de algunas de ellas.