Hay una versión oficial, que me parece muy plausible:
El Ayuntamiento de Sant Josep ha precintado los equipos musicales de siete locales del municipio desde el pasado 30 de agosto. Todas estas sanciones se han aplicado porque funcionaban como discotecas a pesar de contar sólo con la licencia de café-concierto, "que no permite tener a gente bailando en una pista", tal y como afirma el jefe de la Policía Local, Jaume Ramon. Según Ramon esta medida es muy positiva "ya que si sólo se sancionaran económicamente, pagarían la multa y ya está. Es más eficaz precintar los equipos de música".
El jefe de la Policía Local de Sant Josep justifica el retraso con el que se toman estas medidas: "Cuando existe una denuncia tenemos que comprobar primero los hechos, hacemos un seguimiento y trasladamos el caso al Ayuntamiento. Allí se tramitan los expedientes y se ordenan las medidas sancionadoras".
Por su parte, los propietarios de algunos de los locales precintados ven "mala fe" en la actuación del Ayuntamiento. "Es lo de siempre. Las discotecas, cuando en septiembre la temporada flojea, presionan a los ayuntamientos para que cierren estos establecimientos y así nuestra clientela vaya a las grandes salas", explica uno de ellos.
Fuentes del Consistorio han confirmado que, efectivamente, algunas denuncias están interpuestas por la Asociación de Discotecas, pero no todas, ya que hay algunas formuladas por vecinos o comercios de las zonas.
Según confirman desde el Ayuntamiento, éstas son las primeras sanciones que se han impuesto en lo que va de temporada, circunstancia que atribuyen a que los problemas se han agravado en estas fechas.
Ahora lo que tienen que hacer estos bares es coger una licencia de discoteca y no habra más problemas. Y si tienen que adaptar el local para acondicionarlo a las medidas de seguridad, horarios, etc que lo hagan que para eso ganan mucho dinero.
Y detrás de algunas de las denuncias están los de las discotecas. Pero si la gente de estos bares pide la licencia correspondiente no deberían tener problemas.
Crucemos los dedos. El año que viene Bora Bora

El Ayuntamiento de Sant Josep ha precintado los equipos musicales de siete locales del municipio desde el pasado 30 de agosto. Todas estas sanciones se han aplicado porque funcionaban como discotecas a pesar de contar sólo con la licencia de café-concierto, "que no permite tener a gente bailando en una pista", tal y como afirma el jefe de la Policía Local, Jaume Ramon. Según Ramon esta medida es muy positiva "ya que si sólo se sancionaran económicamente, pagarían la multa y ya está. Es más eficaz precintar los equipos de música".
El jefe de la Policía Local de Sant Josep justifica el retraso con el que se toman estas medidas: "Cuando existe una denuncia tenemos que comprobar primero los hechos, hacemos un seguimiento y trasladamos el caso al Ayuntamiento. Allí se tramitan los expedientes y se ordenan las medidas sancionadoras".
Por su parte, los propietarios de algunos de los locales precintados ven "mala fe" en la actuación del Ayuntamiento. "Es lo de siempre. Las discotecas, cuando en septiembre la temporada flojea, presionan a los ayuntamientos para que cierren estos establecimientos y así nuestra clientela vaya a las grandes salas", explica uno de ellos.
Fuentes del Consistorio han confirmado que, efectivamente, algunas denuncias están interpuestas por la Asociación de Discotecas, pero no todas, ya que hay algunas formuladas por vecinos o comercios de las zonas.
Según confirman desde el Ayuntamiento, éstas son las primeras sanciones que se han impuesto en lo que va de temporada, circunstancia que atribuyen a que los problemas se han agravado en estas fechas.
Ahora lo que tienen que hacer estos bares es coger una licencia de discoteca y no habra más problemas. Y si tienen que adaptar el local para acondicionarlo a las medidas de seguridad, horarios, etc que lo hagan que para eso ganan mucho dinero.
Y detrás de algunas de las denuncias están los de las discotecas. Pero si la gente de estos bares pide la licencia correspondiente no deberían tener problemas.
Crucemos los dedos. El año que viene Bora Bora

