here's the report from ddi
El polifacético artista Lluís Güell (Banyoles, 1945) falleció en la noche del martes en Sarriera, la localidad gerundense donde residía y donde se recuperaba de una penosa enfermedad. La capilla ardiente quedó instalada ayer en una funeraria de Girona y hoy, a las 11 de la mañana, se celebrará una ceremonia de despedida en la capilla de Sant Mori, que él reformó de joven.
Güell mantuvo una larga y fructífera relación con Eivissa, donde llegó en 1975 para hacerse cargo de la construcción de la discoteca Es Paradís de Sant Antoni, la misma localidad en la que cinco años más tarde creó la que probablemente es su obra más universal, el Café del Mar. Destacó como diseñador de espacios, decoró varias discotecas en Catalunya antes de llegar a Eivissa, donde además de las citadas, diseñó los interiores de los clubs Summun y Project, del restaurante s´Illa o de la tienda de Elena Almanzor de Vila, entre otras. También tiene una importante obra como dibujante, pintor y escultor y fue responsable de la ceremonia de clausura de la primera edición de la feria ARCO, en 1984, con los happenings `Adoració de la victòria de la burrocràcia´ y `23-F lúdic al Congrés dels Diputats´.
En la isla vivió durante varios años en una casita junto al mar en es Caló des Moro. Llegó de la mano del empresario Pepe Aguirre, con el que había trabajado en varias discotecas catalanas, para crear Es Paradís Terrenal, una obra que le llevó dos años. Aguirre, que le conocía desde el 68, le recordaba ayer como «el mejor artista del mundo, un hombre de un carácter difícil, pero una gran persona y un gran artista». El promotor, que también le encargó el club Summun, estaba muy afectado por la noticia de su muerte: «Hemos pasado media vida juntos».
Por su parte, Ramón Guiral, propietario del Café del Mar, le definió también como «una persona difícil. Un genio, como otros genios con un punto de rebeldía. Muy tenaz en la defensa de sus ideas». Guiral recordó «las complicaciones que tuvimos hasta que terminó el Café del Mar, porque no quería que se cambiara ni una coma de su proyecto. Quería hacer una fuente de colores dentro del mar, pero Costas no nos dejó. Al final me dijo que era la primera vez que había conseguido terminar una obra al 75 por ciento. Hoy me arrepiento de aquellas discusiones y estoy orgulloso de lo que hicimos. Buena parte del éxito de Café del Mar se lo debemos a él. Es una obra que ha traspasado fronteras y es conocida en todo el mundo».
Por su parte, Josep Manuel Rueda, director del Museu d´Art de Girona, que prepara una exposición antológica de su obra para 2007, le consideró ayer «uno de los mejores artistas del pop art» y lamentó que buena parte de su trabajo haya desaparecido.
Güell comenzó su carrera artística a principios de los 60 dedicado al arte religioso. En 1963 creó el polémico cáliz de orfebrería con vidrio de murano para el mossèn Piu Casadevall, de Banyoles. Fue consagrado por el abad Escarré de Montserrat después de que el obispo Cartanyà se negara a hacerlo. Participó en varias muestras de arte sacro y en 1965 presentó la obra `Bicicleta´ en el palacio de Montjuïc, que desapareció pocos días después.
Antes de llegar a Eivissa fue responsable de la escenografía y el vestuario del espectáculo `Xauxa´, de La Trinca, en 1972. En 1987 se fue a Alemania para crear la discoteca Das Monument y le encargaron la reforma de la mítica Studio 54 de Nueva York, pero una enfermedad le mantuvo varios meses en un hospital alemán. El año pasado participó con su pieza `Negre ferit de bala´ en la muestra `El llegat del pop art a Catalunya´. La obra desencadenó una protesta del obispado