Texto de/Juan de Bonrostro
AYER se cumplió el 25 aniversario del suicidio de Ian Curtis, cantante y líder de Joy Division. Quedaba menos de una semana para que el grupo, formado a mediados de 1977 por Peter Hook, Bernard Albrecht (Sumner), Stephen Morris y el propio Curtis, hicieran las maletas y cruzasen el Atlántico para iniciar su primera gira en Estados Unidos. El atractivo de este viaje y la oferta de un millón de dólares que recibieron poco tiempo antes para fichar por la discográfica Warner no fueron suficientes para frenar las intenciones de uno de los compositores más incisivos, oscuros y personales de la historia del rock. Tras ver la premonitoria película 'Stroszek', de Werner Herzog, y escuchar 'The Idiot', de Iggy Pop, Ian Curtis escribió una nota a su mujer, Deborah Woodruffe, y se ahorcó colgándose de una viga de la cocina de su casa, situada en el 77 de Barton Street en Macclesfield.
Nacía así un mito, pero se ponía fin a una de las carreras más fulgurantes e influyentes de la historia de la música. Desde su nacimiento, primero como Warsaw -nombre que tomaron del tema 'Warsawa', de David Bowie- y luego como Joy Division adoptado del libro 'House of dolls', de Karol Cetinski-, el grupo fue creciendo a marchas forzadas, asimilando el lema 'hazlo tu mismo' del punk pero introduciendo variantes sonoras y temáticas que lograron plasmar el sentir de la decadente Inglaterra post industrial. A esta singularidad estilística, que distanciaba a los mancunianos de sus coetáneos, se le unía un cierto halo de misterio que rodeaba al grupo, tanto por su gusto por la estética nazi como por los movimientos que Curtis realizaba en el escenario, fruto en buena medida de la epilepsia que le fue diagnosticada en 1979.
Solo dos álbumes
Con apenas dos álbumes publicados ('Unknown Pleasures' y 'Closer'), Joy Division está considerado uno de los grupos que más han influido y siguen influyendo en las distintas generaciones de la música contemporánea. Su legado no es solo visible en bandas como Interpol, Xiu Xiu o los propios Radio- head, sino que también es perceptible en otro tipo de formaciones como Galxie 500, Codeine o Low, cuyas atmósferas son deudoras de las creadas por el cuarteto de Manchester.
Aprovechando este aniversario se está preparando una película sobre Ian Curtis que estará basada en el libro 'Touching from a distance', escrito por Deborah Woodruffe. Su título provisional es 'Control' y su producción correrá a cargo del que fuera cerebro de Factory Records, Tony Wilson, y de la propia viuda de Curtis. El director del filme será Anton Corbijn, fotógrafo holandés cuya cámara ha captado los mejores retratos de U2 o R.E.M.
AYER se cumplió el 25 aniversario del suicidio de Ian Curtis, cantante y líder de Joy Division. Quedaba menos de una semana para que el grupo, formado a mediados de 1977 por Peter Hook, Bernard Albrecht (Sumner), Stephen Morris y el propio Curtis, hicieran las maletas y cruzasen el Atlántico para iniciar su primera gira en Estados Unidos. El atractivo de este viaje y la oferta de un millón de dólares que recibieron poco tiempo antes para fichar por la discográfica Warner no fueron suficientes para frenar las intenciones de uno de los compositores más incisivos, oscuros y personales de la historia del rock. Tras ver la premonitoria película 'Stroszek', de Werner Herzog, y escuchar 'The Idiot', de Iggy Pop, Ian Curtis escribió una nota a su mujer, Deborah Woodruffe, y se ahorcó colgándose de una viga de la cocina de su casa, situada en el 77 de Barton Street en Macclesfield.
Nacía así un mito, pero se ponía fin a una de las carreras más fulgurantes e influyentes de la historia de la música. Desde su nacimiento, primero como Warsaw -nombre que tomaron del tema 'Warsawa', de David Bowie- y luego como Joy Division adoptado del libro 'House of dolls', de Karol Cetinski-, el grupo fue creciendo a marchas forzadas, asimilando el lema 'hazlo tu mismo' del punk pero introduciendo variantes sonoras y temáticas que lograron plasmar el sentir de la decadente Inglaterra post industrial. A esta singularidad estilística, que distanciaba a los mancunianos de sus coetáneos, se le unía un cierto halo de misterio que rodeaba al grupo, tanto por su gusto por la estética nazi como por los movimientos que Curtis realizaba en el escenario, fruto en buena medida de la epilepsia que le fue diagnosticada en 1979.
Solo dos álbumes
Con apenas dos álbumes publicados ('Unknown Pleasures' y 'Closer'), Joy Division está considerado uno de los grupos que más han influido y siguen influyendo en las distintas generaciones de la música contemporánea. Su legado no es solo visible en bandas como Interpol, Xiu Xiu o los propios Radio- head, sino que también es perceptible en otro tipo de formaciones como Galxie 500, Codeine o Low, cuyas atmósferas son deudoras de las creadas por el cuarteto de Manchester.
Aprovechando este aniversario se está preparando una película sobre Ian Curtis que estará basada en el libro 'Touching from a distance', escrito por Deborah Woodruffe. Su título provisional es 'Control' y su producción correrá a cargo del que fuera cerebro de Factory Records, Tony Wilson, y de la propia viuda de Curtis. El director del filme será Anton Corbijn, fotógrafo holandés cuya cámara ha captado los mejores retratos de U2 o R.E.M.
