Llegan unas fechas especiales para todos, algunos porque aún albergan sentimientos infantiles gratos de aquella época de su vida en la que le costaba dormir el día de reyes. Otros tienen sentimientos enfrentados y detestan las navidades.
Penseis lo que penseis cada uno de vosotros, la navidad no deja indeferente a nadie. Me gustaría que en este post explicaramos un poco la forma que tenemos cada uno de vivir la navidad por fuera y por dentro, que sucede por estas fechas en la ciudades o zonas donde vivimos, etc.
Para mi la navidad, a pesar de estar teñidas con ciertas reminiscencias fúnebres, es la época del año más sentimental. Aún conservo y experimento sensaciones pueriles el día 24 de Diciembre y el 5 de Enero, la incertidumbre de los regalos hacen que pueda mirar una foto de cuando era pequeño y esboce una sonrisa brindándole un guiño al pasado.
Y no vayais a pensar que he dejado de escribir a los reyes magos, que va, a mis 26 otoños, desde que tengo uso de razón ni un año he dejado de escribir mis ilusiones en una carta que al fin y al cabo no deja de ser un mero símbolo de deseo y voluntad.
Cuando era pequeño lógicamente los juguetes ocupaban por completo mis demandas navideñas pero conforme han ido pasando los años, esas demandas se han ido transformando cada año en deseos menos materiales. Como por ejemplo el año pasado desee tener, después de cuatro años, unas vacaciones que me hicieran olvidar los malos momentos. Salud para los míos y valor para acometer todos los propósitos que uno se autoregala con la bienvenida de un nuevo año.
Como todo niño me fascinan las decoraciones navideñas, en mi casa soy yo el que instiga a montar el árbol de navidad e incluso me suelo dejar tiempo libre para algún fin de semana de diciembre para poner en la terraza una bonita guirnalda con luces y adornos de todo tipo.
También me encanta pasear por las calles más carismáticas de madrid, andando por debajo de esa manta de luces me traslado, por breves instantes, a los mundos de fantasía que elucubraba hace años.
Ayer, despues de la comida de empresa, solo, me fui a dar una vuelta y saqué un par de fotos que intentaré colgar esta tarde.
En cierta medida, quiero también que este post sirva como christma de navidad. Así que tener presente lo siguiente:
Espero que seais muy felices todos en estas navidades, que se cumplan todos vuestros deseos, que os regalen montones de cosas y que el destino, tarde o temprano, nos permita conocernos en persona.
Penseis lo que penseis cada uno de vosotros, la navidad no deja indeferente a nadie. Me gustaría que en este post explicaramos un poco la forma que tenemos cada uno de vivir la navidad por fuera y por dentro, que sucede por estas fechas en la ciudades o zonas donde vivimos, etc.
Para mi la navidad, a pesar de estar teñidas con ciertas reminiscencias fúnebres, es la época del año más sentimental. Aún conservo y experimento sensaciones pueriles el día 24 de Diciembre y el 5 de Enero, la incertidumbre de los regalos hacen que pueda mirar una foto de cuando era pequeño y esboce una sonrisa brindándole un guiño al pasado.
Y no vayais a pensar que he dejado de escribir a los reyes magos, que va, a mis 26 otoños, desde que tengo uso de razón ni un año he dejado de escribir mis ilusiones en una carta que al fin y al cabo no deja de ser un mero símbolo de deseo y voluntad.
Cuando era pequeño lógicamente los juguetes ocupaban por completo mis demandas navideñas pero conforme han ido pasando los años, esas demandas se han ido transformando cada año en deseos menos materiales. Como por ejemplo el año pasado desee tener, después de cuatro años, unas vacaciones que me hicieran olvidar los malos momentos. Salud para los míos y valor para acometer todos los propósitos que uno se autoregala con la bienvenida de un nuevo año.
Como todo niño me fascinan las decoraciones navideñas, en mi casa soy yo el que instiga a montar el árbol de navidad e incluso me suelo dejar tiempo libre para algún fin de semana de diciembre para poner en la terraza una bonita guirnalda con luces y adornos de todo tipo.
También me encanta pasear por las calles más carismáticas de madrid, andando por debajo de esa manta de luces me traslado, por breves instantes, a los mundos de fantasía que elucubraba hace años.
Ayer, despues de la comida de empresa, solo, me fui a dar una vuelta y saqué un par de fotos que intentaré colgar esta tarde.
En cierta medida, quiero también que este post sirva como christma de navidad. Así que tener presente lo siguiente:
Espero que seais muy felices todos en estas navidades, que se cumplan todos vuestros deseos, que os regalen montones de cosas y que el destino, tarde o temprano, nos permita conocernos en persona.