A la vista de los resultados de estas elecciones, yo creo que esta legislatura va a ser una legislatura de mover fichas, los partidos abertzales cuentan con una mayoria amplia en el Parlamento que posibilitaria empezar a avanzar en el autogobierno.
Los resultados resultan coherentes con la trayectorias históricas de todos los partidos. Lo realmente inhabitual fue lo ocurrido en 2001 que ante la amenaza españolista de "Mayor Oreja" se concentro el voto abertzale en EAJ/PNV-EA, se tendió a defender la "Casa del Padre" ante la amenaza exterior como se dice por aqui o sea "Gure aitaren etxea defendituko dugu"
La coalición EAJ/PNV-EA vuelve a ganar las eleciones como desde hace 25 años, o sea desde que se formo el Parlamento Vasco, desde siempre.
Se sitúa en un porcentaje de voto del 38% sobre el total emitido, que supone la media del logrado en la última década y media. Tiene más votos que en 1994, por ejemplo, y los mismos que en 1998, en los comicios post-Lizarra-Garazi.
La otra pata del tripartito, EB-IU, obtuvo también menos votos de los que se preveía. Pierde casi 14.000 votos, lo que supera la cota de merma que cabe imputar a la mayor abstención. EB-IU nunca había tenido tan pocos votos en estas convocatorias asdi que queda claro que la participación de Javier Madrazo en el Gobierno de Lakua no ha traído a Ezker Batua ningún empujón añadido.
Aralar es la otra formación abertzale que comparecerá por primera vez en la Cámara de Gasteiz junto a EHAK-PCTV (o sea Euskal Herrietako Alderdi Komunista o Partido Comunista de las Terras Vascas)
El panorama de la gobernabilidad queda en términos más o menos similares a los de hace cuatro años, pero con mayores distancias. Salvo que se produjera un vuelco en la política de alianzas por parte de PNV-EA (esperemos que eso no ocurra), la reedición del tripartito se presume como la fórmula más viable pues además esa era la apuesta expresa de la coalición EAJ/PNV-EA durante toda la campaña.
Sin embargo, en esta ocasión el triunvirato dispondrá de un volumen de escaños más precario. Ya no le faltan dos escaños para alcanzar la mayoría absoluta, sino seis. Aralar podría convertirse en un apoyo añadido, pero el voto de Aintzane Ezenarro sería una ayuda muy escasa. EHAK-PCTV tendrá, pues, la deseada llave que abriría las puertas de la mayoría al tripartito si se apuesta por repetir esta opción. Pero antes hay otro problema: la investidura del nuevo lehendakari.
Se da la circunstancia de que PP y PSOE suman 33 escaños, que son justo los mismos conformados por la presumible entente de PNV-EA-EB-Aralar. Así, en el trámite para nombrar lehendakari se aventura un empate técnico entre Juan José Ibarretxe y Patxi López, el candidato del PSE a quien el PP ya ha anunciado que prestará sus votos incondicionalmente. A los nueve parlamentarios de EHAK-PCTV les tocará tomar la decisión final.
Ante tal panorama, resultó muy significativo que durante la noche de ayer ninguno de los partidos quisiera abordar el debate, y apostara por dar tiempo a un análisis detallado de la situación. Quienes hablaron de acuerdos, además, lo hicieron remarcando que no se deberían limitar a decidir el futuro gobierno, sino que deberían dar pasos hacia la resolución del conflicto a través de la democracia y la paz (como afirmó Arnaldo Otegi en la celebración de la izquierda abertzale) o hacia la «normalización política definitiva» (en palabras de Juan José Ibarretxe). Begoña Errazti (EA)o Javier Madrazo (EB)incidieron en lo mismo. A partir de hoy empezarán a sonar los teléfonos...